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¿Tu personaje te parece soso o aburrido? Prueba esto:

Muchas veces tenemos una gran idea para una novela o un relato, pero, a medida que avanza la historia, nos damos cuenta de que nuestro personaje principal es poco interesante. Y crees que el lector no se emocionará si está leyendo la historia de un personaje aburrido. Tienes razón.

¡Pero no te preocupes! Usa estas cinco claves para darle más carácter e intriga a tu personaje principal. Puedes utilizar uno de estos recursos, o dos… ¡o los cinco! Verás qué vuelta de tuerca dará tu personaje y lo atractivo que puede resultar.

  1. Búscale una motivación interesante o sorprendente

Como explicaba en este post de hace un mes, las motivaciones de los personajes son muy importantes a la hora de establecer la intriga de nuestros relatos, novelas o guiones. Si lo que motiva al personaje es algo muy interesante o sorprendente, la historia tomará otro giro y resultará más intrigante.

Ejemplo: ¿y si esa chica que decide robar un banco resulta  que en realidad lo hace para ayudar a personas con discapacidad? Así ocurre en «Como pez en el agua«, película con Kate Beckinsale (1997)

2. Haz que meta la pata… o que haga algo malo.

No hay nada más aburrido que un personaje perfecto. Ese hombre moralmente intachable, que nunca dice algo incorrecto, que nunca se equivoca… no hay duda: tostón de personaje.

Todos queremos identificarnos con los personajes que leemos o vemos en pantalla, ¿y qué hay más humano que los defectos o las equivocaciones? Búscale un defecto que le meta en problemas -como nos pasa a nosotros en la vida- y verás cómo cambia la perspectiva que tienes sobre tu personaje y se hace irresistible para el lector.

Incluso -¿por qué no?- que haga algo malo.

Ejemplos: Walter White se mete a traficante de droga en la serie «Breaking Bad«. Emma juega con los sentimientos de sus amigos en la novela del mismo nombre de Jane Austen.

3. Créale un dilema interno

Un personaje quiere una cosa… pero para conseguirla tendrá que hacer algo que no quiere hacer. O quiere dos cosas a la vez que son incompatibles. O necesita una cosa pero quiere otra. ¡Ay, las contradicciones! El ser humano es pura contradicción.

Mete a tu personaje en un buen lío del que sea muy difícil salir: atraparás al lector inmediatamente. Clic para tuitear

Ejemplos: Jack Lemon en «El apartamento» tiene que obedecer a su jefe pero se enamora de la amante de este. Hervé Joncourt, el protagonista de la novela «Seda«, se enamora de una mujer japonesa, pero está casado  y no quiere hacer daño a su mujer.

4. Desarrolla para él una infancia traumática

La infancia es esa época dorada que nos pasamos el resto de la vida intentando superar. ¿Te has parado a pensar en la infancia de tu personaje? ¿No? Bueno, ahora es el momento perfecto. Ah, pero eso sí, nada de infancias felices y sosas. Búscale un buen trauma que en seguida le va a imprimir carácter y va a influir en toda su vida adulta. Piensa que entre el 25% y el 40% de lo que nos sucede durante la infancia nos traumatiza antes de llegar a los 16 años.

No hace falta llegar a situaciones límite como violaciones, abandonos trágicos o víctimas de guerra. Basta un padre muy irascible, una madre enferma, un hermano que le hace sombra, un compañero que se burla de él/ella en clase, la pérdida de un ser querido o que el personaje viva una situación humillante. Cuando somos niños somos tremendamente vulnerables y cualquiera de estos elementos nos puede marcar para toda la vida.

Ejemplos: El personaje de Jack Nicholson en la película «Mejor imposible» tiene Trastorno Obsesivo Compulsivo causado por un padre hiper-exigente. El mismo Harry Potter está traumatizado por la muerte de sus padres.

5. Invéntale un secreto o un misterio

Los personajes que sabemos desde el principio que ocultan algo tienen un halo magnético irresistible para el lector. ¿Y si te inventas algo que están ocultando a ojos de todos y vas dejando pistas poco a poco? Seguro que el lector no va a poder dejar de leer para saber qué es. E inmediatamente, ese misterio confiere a tu personaje gran profundidad y atractivo .

Ejemplos: Don Draper, de la serie «Mad Men», tiene un gran secreto que es desvelado al final de la primera temporada y que le marcará durante el resto de su vida. Max de Winter, el protagonista de la novela «Rebeca«, nunca quiere hablar de su mujer ni de las extrañas circunstancias de su muerte.

¿Qué tal están vuestros personajes? ¿Van ya servidos de defectos, contradicciones, secretos, dilemas y traumas?

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Comentarios

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