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Por qué los escritores tenemos que salir a la calle

No se puede negar: la mayoría de las personas a las que nos gusta escribir somos bastante introvertidas. Es lógico: precisamente ser introvertidos o tímidos es lo que probablemente hizo que de pequeños empezáramos a sentir el gusto por leer y, después, por contar historias.

books-chill-ebooks-home-preview Por qué los escritores tenemos que salir a la calle
Quedarse en casa para leer una novela. ¿No es un bonito plan? Imagen: pikpik.com
¿Para cuántos de vosotros/as la definición de una tarde ideal es estar en casa, con una estufa (en invierno), leyendo o escribiendo mientras fuera llueve? 

Y ahora con internet, casi ni es necesario salir. Podemos hasta interactuar con otras personas por las redes,  y compartir anécdotas sin levantarnos del sofá. ¡El paraíso de los tímidos e introvertidos! Qué os voy a decir yo, que además trabajo en mi propia casa. O:-)

Y sin embargo, hay que salir. 

Salir a la calle, o a otra ciudad, o al campo. Que nos dé el aire. Ver rostros humanos, conectar con personas, visitar lugares.

Y no sólo porque se nos quedan los ojos a cuadros después de pasar el día delante de una pantalla o un libro… sino porque es bueno -necesario, incluso- si queremos dedicarnos a escribir. He aquí sólo algunas pocas razones.

Por qué los escritores tenemos que salir a la calle:

 1. Porque es sano e inspirador

Virginia Woolf recomendaba, para recuperar la inspiración, «salir a dar un largo paseo». Esa es la forma más rápida de encontrar ideas, decía. Y no se equivocaba: caminar es una de las maneras de impulsar nuestra creatividad. El ejercicio aeróbico fomenta la creación de ondas alfa en el cerebro, que son las que favorecen la creatividad y la relajación.

Por otro lado, es muy sano: ponemos el cuerpo en marcha, quemamos calorías y desentumecemos los músculos: algo nada despreciable para los que nos dedicamos a una profesión que consiste en estar sentado la mayor parte del tiempo. 😉

2. Porque vas a conocer gente y lugares 

Conocer y establecer contacto real con otras personas nos provee de experiencias únicas, pero también de inspiración y oficio para crear personajes y para mostrarlos en nuestros textos. Si nos quedamos encerrados en casa y viendo solo a los amigos/as de siempre corremos el riesgo de tirar siempre de estereotipos o los tópicos que vemos en películas o libros, y de mostrar siempre el mismo tipo de problemas o características en nuestros personajes.

Observar y conocer es parte de la tarea de ser escritor, y no se puede hacer solo desde una pantalla, porque nos perdemos el 50% de la experiencia. Hay autores que incluso van a escribir a una cafetería y se dejan inspirar por las personas que ven allí o por las frases que escuchan.

Y, por supuesto, también es muy bueno cambiar de ambiente: visitar un museo, o sentarnos en una cafetería de otro barrio, apuntarse a un curso o ir a una cena o un concierto de un círculo distinto al nuestro habitual… Todo eso nos ayuda a abrir nuestra mente, y nos provee de diferentes experiencias, algo que siempre es bueno para un escritor. Y qué decir de viajar: los que hayáis estado delante de la Torre Eiffel o hayáis visitado Florencia o viajado por el desierto lo entenderéis: ninguna pantalla puede sustituir la sensación de estar allí.

3. Porque puedes contactar con otros escritores o artistas

Ya explicaba en otro artículo lo importante que es para un escritor encontrar su propia tribu. Estar en contacto con personas que escriben, o simplemente personas que son creativas (aunque expresen su creatividad de otra manera) ya nos hace sentirnos acompañados, refuerza nuestra autoestima y nos ayuda a centrarnos en la escritura y en lo que nos gusta.

Por supuesto, se puede tener un grupo de escritura por internet. En el grupo que coordino en Facebook, «La aventura de escribir», nos divertimos muchísimo con retos y juegos de escritura y los participantes se hacen amigos y se sienten como en casa. Fantástico, ¿verdad? Ahora imagina tener eso en tu propia ciudad. Poder quedar con esos amigos para tomar un café,  ver una peli, dar un paseo por la Feria del Libro. Impagable. 

Esa puede ser otra de las consecuencias de salir más de tu refugio.

4. Porque puede ayudarte a promocionarte o encontrar editorial

Si tienes un libro terminado o a punto de terminar, lo más probable es que quieras que otras personas lo lean, auto-editarlo o encontrar editorial para que llegue a mucha gente, ¿verdad? Es el sueño de la mayoría de las personas que escriben.

Para conseguirlo, por supuesto, el libro tiene que estar bien escrito y tener interés, eso por descontado. Y hay estrategias que son clave, como tener un buen blog de escritor, que lea mucha gente.

Pero a veces me llegan escritores que no encuentran editorial (o no venden muchos libros) y me dicen: «Diana, he hecho todo lo posible. He revisado el libro, me lo han corregido, tengo un blog con muchos lectores, he escrito a muchas editoriales… y nada«. Bueno, me parece que en esa estrategia, que es muy completa, falta algo fundamental. Y es que si no has movido el culo del sofá, lo siento, pero no lo has hecho todo

¿Sabes cuántos emails reciben las editoriales cada día de autores que quieren publicar? ¿O cuántos mensajes les llegan en Facebook a tus conocidos de que compren tal o cuál libro? Si te quedas sentado en tu casa enviando mensajes haces lo más cómodo, lo que hace el 99% de la gente que se promociona. Y probablemente va a servir de poco.

Sal a la calle. Ve donde está la literatura. Patéate congresos de escritores, Ferias del libro, cursos. Acude a presentaciones de libros, inauguraciones de librerías, únete a grupos literarios. Conoce gente. Date a conocer. La montaña no va a venir a Mahoma.

Así, vas a conocer (personalmente) a escritores, a promotores, a editores, a agentes, a libreros, a bloggers. Ojo: no les asaltes como quien quiere venderte más megas o una nueva tarifa de luz nada más llegar, en plan «Vendo mi libro, vendo mi libro«, porque les vas a espantar. Son personas: conócelas. Seguro que muchas te caen bien. 😉 Aprende, absorbe, comparte, establece sinergias, ofrécete a colaborar. Diviértete. Las conexiones que se establecen en el mundo físico y por puro placer suelen ser mucho más ricas e interesantes y, justo por eso,  más provechosas.

5. Porque vives nuevas experiencias

Solamente el hecho de escapar de la rutina ya es bueno, para cualquier persona, y más para nosotros/as, que queremos mostrar emociones vívidas y experiencias en papel. Recuerda que ver películas o leer no puede sustituir las experiencias reales, las cosas que nos pueden suceder si salimos ahí fuera… a ver qué pasa.

Os dejo las (muy) sabias palabras del escritor Robert Silverberg, porque no se puede expresar mejor:

“Apúntate a clases de historia, antropología, religión, biología, astronomía, economía, escultura, física. Toca algún instrumento musical, aunque no lo hagas bien. Sé voluntario de un comedor social. Haz excursiones por las montañas más altas que puedas encontrar.

Aprende un nuevo lenguaje, preferiblemente que use un alfabeto diferente. Habla con personas con las que no estás de acuerdo y escúchales, escucha su experiencia tras sus palabras. Baila bajo las estrellas. Enamórate y que te rompan el corazón. Aprende a montar a caballo (o en camello o elefante). 

En otras palabras: ten algo sobre lo que escribir”.

 ¿Y tú, te sientes escritor introvertido/a? ¿Te cuesta salir a la calle o ya lo haces a menudo? Comparte tu experiencia en los comentarios.

 

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Comentarios

  1. Tana.

    Yo soy muy tímida, pero por cuestiones de trabajo, he tenido que estar en hospitales, cárceles, barrios «peligrosos», dado clases de español a inmigrantes… y realmente se me ha llenado la cabeza de historias.
    Un saludo a todos/as, especialmente a ti, Diana. Nos aconsejas, nos ayudas, nos orientas… en este mundo de escritores.

    1. Un saludo, Tana! Sí, yo también he tenido que salir «a la calle» forzadamente, tanto por mis talleres, como por mis grupos de música, que me han subido a un escenario muchas veces y me han «obligado» a salir del cascarón 🙂

  2. Pingback: ¿Qué hacer cuando has terminado de escribir tu libro? ‹ Diana P. Morales, consejos e inspiración para vivir una vida creativa y desarrollar tu talento.

  3. Pablo

    Salgo a caminar casi todos los días durante más de una hora.
    Además tengo un perro y eso me obliga a salir mucho más. Al final el día se hace corto. Pero consigo escribir. Unas semanas salen diez mil palabras y otras salen menos.

  4. Miguel

    Certifico esto. Yo soy una persona muy extrovertida y he llegado a pensar que para poder escribir mejor debía ser tímido, cosa que es totalmente falso.
    Siempre pasa que a veces no estamos contentos con todo lo que hacemos aun así sea bueno y debemos buscar información y respuestas cuando pareciera que no las hay. Muchísimas gracias, Diana, por romper con esta falsa creencia y poder ayudar a crecer a los que queremos seguir yendo un poco mas allá. Que sepas que te has ganado un nuevo lector jajaja. Saludos desde Venezuela 🙂

    1. Concuerdo totalmente contigo: muchas veces los estereotipos no tienen por qué corresponderse con la realidad de cada uno, e incluso pueden llegar a frenarnos. Escritores podemos ser de muchísimas formas y personalidades. Un saludo, Miguel, y seguimos en contacto por aquí 🙂

  5. Alberto

    Querida Diana: Tus opiniones son siempre sabias. Estuve leyendo de Alesandro Baricco, La Esposa Joven, algunos párrafos donde intercambia opiniones el mismo como autor con L., aparentemente una amante de otro tiempo. En esos pequeños trozos decía que todo lo que escribimos es lo que tenemos adentro. Rustico: cambiando nombre o lugares, sofisticado: elaborando de otra manera la vida. Dentro de este consejo, entra el tuyo. Cuanto mas vida tenemos, mas podemos escribir. Siempre agradecido por tus editoriales.

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