¿Quieres que tu personaje sea realista y creíble? Haz que meta la pata
Todos queremos que los personajes de nuestros relatos, novelas o guiones sean personajes que impacten y emocionen al lector, y para eso necesitamos que resulten creíbles. Leer sobre un personaje tópico o acartonado es el camino más seguro para que el lector deje de empatizar con él y pierda interés en la historia.
Podemos trabajar un personaje de forma profunda, recrear su infancia y buscar rasgos contundentes y distinguibles de personalidad, y darle una voz convincente al hablar. Pero hay algo que, aparte de todo esto, va a ser imprescindible para que el personaje sea creíble: que cometa errores, que tenga debilidades. Que sea humano.
He estado pensando sobre esta cuestión la semana pasada a raíz de dos correcciones en las que estaba trabajando. En una de ellas, un guión de cine, el personaje tramaba una venganza que se alargaba toda la película. Y todo, absolutamente todo lo que planeaba para vengarse, le salía bien todo el tiempo. En ningún momento cometió un error, o perdió los papeles, o se quedó paralizado sin saber qué hacer. Como un super-héroe moderno (un James Bond, tal vez), el personaje siempre tenía buenas ideas, que conseguía llevar a cabo sin esfuerzo y que llevaron a su venganza sin un sólo desvío.
Por otra parte, leyendo el argumento de una novela de nuestro taller de Portaldelescritor, me encontré con el personaje de una chica que, recién trasladada a un instituto de EEUU, se encontraba -ella sí- con muchos obstáculos; sin embargo, todos venían de la mano de otros personajes. Ellos eran los «malvados» que le causaban problemas, o los que, por su inconsciencia o debilidad, ponían trabas a la protagonista cada vez. Ella, en cambio, parecía perfecta. En ningún momento era ella la que se equivocaba, la que hacía algo mal, o -más allá todavía, la que hacía algo MALO.
Recordad:
Todos metemos la pata. Es nuestra forma de aprender. Nuestros personajes también deben equivocarse. Clic para tuitearLas grandes obras literarias están llenas de personajes que se equivocan, incluso una y otra vez. Ana Ozores, la protagonista de la Regenta, se enamora de quien no debe; el doctor Frankenstein crea un monstruo cuando lo que intenta es revivir a un ser querido; en Las amistades peligrosas, los personajes se dejan influenciar demasiado por el qué dirán y hacen daño a otros, etc…
Y muchos grandes libros están basados en personajes que hacen algo malo o cometen un delito: Lolita, de Nabokov, Crimen y castigo, de Dostoievski, La ladrona de libros, de Markus Zusak, los niños de El señor de las moscas, de William Golding, El extranjero, de Camus, etc…
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